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miércoles, 28 de febrero de 2018

MUNDIAL DE SURF

14:37 0 Comments

Hola a todos, hoy vengo a hablaros de mi viaje a Nazaré.
Todo comenzó un viernes por la noche, pensando en que iba a hacer el sábado, 
ya que ultimamente son un poco aburridos, estaba mirando las redes sociales
cuando de repente vi que este año el mundial de surf se hacia en Portugal.
En ese momento llamé a mi compañero de viajes, ( un hombre de grandes hazañas, 
el cual no sabe rechazar una gran aventura) se llama Pietro, es Italiano y le encanta el surf.
En el momento que le propuse lo del campeonato, no se lo pensó dos veces, a la siguiente mañana
estaba saliendo desde Viana do Castelo, un pueblecito super bonito al norte de portugal cerca de galicia, para recogerme a mí y a un par de voluntarios más en Santa María da feira, localizada al sur de Oporto, y a continuación partir camino a Nazaré, situada entre Oporto y Lisboa, pero ligeramente más cerca de Lisboa.
Ahora vamos a hablar del camino, 3 horas de furgoneta, todos ilusionados, cantando canciones 
de eskorzo, hasta que de repente, en el momento de la llegada, ¡DAM!, la competición se había cancelado por causa del viento. 
Valla chasco, todos super descontentos y desganados, y aún más Pietro,
pero lo que pareció un día perdido nosotros lo supimos aprovechar al máximo. 


He aquí un par de fotografías:














TARDES DE LLUVIA

14:19 0 Comments


Buenas tardes a todos, hoy en una tarde de intensas lluvias,
mal tiempo y viento, vengo a proponeros un nuevo workshop,
se trata de una papelera reciclada de cartón.
Hoy después del trabajo, mi compañero de habitación y yo
nos hemos percatado de la acumulación de papeles, cartones y
otros materiales acumulados en nuestra habitación. 
Estos no son porque seamos unos desastres ni mucho menos, 
estos provienen de nuestra incertidumbre de guardar lo viejo e inútil
después de hacer algún taller, guardamos incluso lo que vemos que no nos va a dar mucha utilidad.
Pero aún así en un momento de lucidez al ver todo este panorama,
nos ha dado la idea de hacer una papelera de cartón personalizada muy underground.
Los materiales que hemos necesitado han sido:

-Tijeras
-Cordones de lana
-Una caja de cartón reciclada
Con estos mismos, que guardábamos en el armario, hemos conseguido hacerla.



Buenas tardes y gracias por vuestra atención.

jueves, 22 de febrero de 2018

Kaposvár: Rutina

6:49 1 Comments

Hola de nuevo a todos:

Dos semanas más de proyecto, y ya van 6 desde que volvimos después de Navidad.  Dentro de nada será julio de nuevo y tocará regresar a España.

Esta quincena ha sido (gracias a Dios) más tranquilita que las anteriores. También iba tocando. Y es que cada vez me doy más cuenta de lo importante que es para mí tener una rutina estable. Así que este post será casi aburrido (aunque no del todo, que sigo siendo yo quien escribe jajajaja).

Esta no os la pude poner la última vez. Soy yo disfrazado de Elvis en la media maratón. Dios mío, que culo he echado ultimamente

Se me olvidaba. Un viernes estuvimos también en la casa de Szilvi, profesora de francés en el instituto Munkacsy, cenando todos los miembros de la francofonía para despedir a Manon, que se nos fue ya.

La primera semana se resbaló poquito a poco sin nada a destacar. De hecho, el sábado fue para mí una alegría porque por primera vez en varias semanas me pude dedicar a cocinar con tranquilidad, como a mí me gusta, y a limpiar el piso. Si es que hasta me emocioné al poder escuchar otra vez Salud al Día mientras cortaba las cebollas (¿o serían las cebollas las que me emocionaron?). Además estaban pasando una cuña informativa de San Fernando y de Camarón, así que casi, casi me pude sentir como en casa.

En esto que me pongo después a escuchar algo de música, y cuando me salta en la lista de reproducción Ver Elini Estanbul, una de las canciones turcas que le escuchaba a Yunus, sale Tugce (mi nueva compañera de piso) de su  habitación, extrañadísima de escucharme música en su lengua. Y escuchando música de un lado, de otro lado, nos líamos, nos líamos, y acabamos bailando sevillanas jajajaja; pero de las lentas, de las muuu lentas. Lo de cante jondo se queda corto. Promocionando de paso mi taller de sevillanas que empecé también la semana pasada. Murat y Enrico ya me estaban mirando de reojo así que después de un rato lo tuvimos que dejar, que ya me estaba oliendo contraataque con Queen, Direct Straits o Eagles al guitelele de Enrico (Sí, guitelele: mitad guitarra, mitad ukelele. El djin y el djan unificados en un instrumento musical, oigan).

De todas formas la venganza hubiera sido corta porque esa noche salía con Marcela (México) y Zsofi (Hungría) a tener un poquito de velada intercultural fuera de la burbujita de Compass en la que vivo. Lo cual me recuerda que sigo teniendo una tableta de turrón para ellas que va camino de pasar por un proceso de nacionalización como se me siga olvidando. El domingo tocaba volver al rebaño, porque nos íbamos todos de excursión a Mohács, un pueblo en la frontera con Croacia con un carnaval bastante famoso.

Carnaval en Mohács. El monstruo de la derecha es un Busó (a pronunciar bushoo). Todo Mohács estaba lleno de ellos.

Esta última semana empecé con el taller de sevillanas que comentaba antes (7 alumnas y 1 alumno, y subiendo. La oficina de Compass se nos está quedando, como diría Zsofi, dangerosamente pequeña. Cada vez que le escucho decir el palabro, un académico de la RAE llora). Si la cosa triunfa, me plantearé hacerle la competencia a las escuelas japonesas XD. Con un poco de suerte conseguiré enseñarles la coreografía completa y bailarla en alguna parte. Tengo un instituto en mente que me viene que ni pintado.

Predicando por tierras húngaras

También la semana pasada mi hermano se fue ya a Brasil. ¿Conseguiré convencerle para que escriba él su propio blog? Estoy seguro de que mis aventuras se quedan cortas al lado de todas las que está pasando él en estos días. Y es que una instalación en un país diferente siempre es algo lleno de historias para contar. Lástima que cuando llega la hora del regreso siempre se nos olvidan todos esos pequeños cuentos y anécdotas que son los que dan verdadero sentido al viaje. Creo que por eso me viene tan bien escribir estos posts. En cuanto vuelva a España los imprimo, palabra.

Y por lo demás, continuo con mi emperramiento de aprender a hablar húngaro y robarles el primer puesto en esto de la poliglotía a mis amigos Amine y Yasmine. El martes, aprovechando que Marianna, la profesora de francés, me había invitado a ir con ella y tres alumnas a una competición de música, teatro y poesía en francés, conseguí empezar a formar mis primeras frases de verdad en húngaro. ¡Conjugando verbos! Y el sábado estuve desayunando con Alíz y su familia, así que más muescas para mi empuñadura. La gente por aquí me dicen que hablo bien húngaro; yo sigo esperando el momento en que puedan decirlo sin necesidad de repetírmelo dos veces.

Y ahí lo dejamos por el momento. Hasta dentro de otros quince días ;)

Bésame, bésame mucho. Como si fuera esta noche la última vez.
Visto el caso que me hacen las féminas últimamente, he decidido ampliar el espectro.
Ya sé que pensáis que nuestro amor es imposible, pero no me importa. El color del pelaje no importa.

Ayer estuve en el Mother Shelter (Hogar para madres). Cuando nos tocó la hora de irnos, una de las niñas se me abrazó a la pierna. Nos pasamos cinco minutos y acabé rodando por el suelo con ella hasta conseguí que me soltara. Creo que se me está activando eso del reloj biológico.

miércoles, 7 de febrero de 2018

Superado el ecuador del EVS

9:37 0 Comments
Paso en Asturias la primera semana de Enero, paso el día de Reyes en Rañeces con mi familia paterna, y para evitar las nevadas en los puertos mis padres me bajan en coche hasta Madrid, parando en Burgos, hasta el aeropuerto. El lunes por la mañana llego a Kaposvár en tren, justo a tiempo para la reunión de las 3, nos ponen al día de las vacaciones hasta Julio.
Época de cerrar ciclos y centrarme en mi. Decido ir cada miércoles al instituto Munkácsy para participar en las clases de baile tradicional con los alumnos y para estar disponible si la profesora de español quiere que la acompañe en las clases. Continúan mis clases de club de español martes y miércoles con los niños. Dos de ellos no parecen tan interesados en aprender el idioma como en jugar entre ellos, pero aun así van mejorando. Tomo algún hábito diario nuevo, empiezo a estudiar alemán cada día y sigo mi progreso con una aplicación para el móvil, toco el ukelele al menos media hora al día y salgo a correr cuatro o cinco días por semana. Al final de enero me sé los acordes de Creep y Bella Ciao, corro 8 km y según Duolingo soy 45% fluente en alemán.
Este mes empecé a ir cada lunes a las 07:30 a.m. con el colegio Napsugar a la piscina del instituto Gyakorlo. Llevo a Peti del colegio al instituto, ponemos el bañador, espero mientras tiene su clase de natación y luego le cambio y llevo de vuelta al cole. Es mi momento más feliz de la semana. Peti es autista, tiene cinco años, no habla, es obediente y dulce. Ese rato en la piscina viendo a los niños nadar encuentro las emociones más intensas y puras.
Todo el grupo de voluntarios que llegó a principios de Diciembre venía de Turquía, se ocuparon de la guardería y de el colegio Durázcky, por lo que este mes no fui al colegio , ellos ya cubrían las plazas. De todos modos terminé el documento sobre Inteligencias Múltiples y ahora mismo los profesores del colegio tienen una encuesta que responder sobre las características de cada grupo con el que vamos a trabajar.
Los viernes siguen siendo el día de ir al Hogar de Mujeres, alternamos actividades creativas y educativas para los niños. Siempre que sea jugando le encanta aprender, son competitivos y muy curiosos. La semana pasada se aprendieron las banderas y nombres de cada país de la Unión Europea y el resto de la tarde corretearon con las banderas atadas al cuello como capas de súper héroes.
Etienne, Enrico y yo somos vegetarianos y no tomamos leche de vaca, se les ocurrió que podíamos dejar de comprar la leche vegetal, que es muy cara, y empezar a hacerla nosotros mismos. Un día por semana nos juntamos y hacemos nuestra propia leche de arroz o de avenar y después la repartimos.
Recibimos dos nuevas voluntarias en el piso, Aylin y Nazlin me hablan de imperio otomano y dan abrazos por las mañanas y las nuevas chicas me recuerdas a las hermanastras de la cenicienta. Me gusta el grupo de nuevos voluntarios turcos, Ömer y Aylin son adorables. Él es el compañero ideal para hacer ejercicio, quiere salir a correr en mis primeros días cuando todavía me ahogo después de media hora, me dejo convencer para ir a la cancha de tenis a pesar de no tener ni idea y no me arrepiento en absoluto. Tres tardes geniales pasamos allí, alguna solos y otras con Aylin y Enrico.

El 15 fue la fiesta de despedida de Yunus en Hangar, se va el alma del equipo. Admiré su paz interior y capacidad de asumir el cambio desde si mismo ante los inconvenientes. La vida volverá a juntar nuestros caminos, lo sé.
Continúan las clases semanales de húngaro, dios mio, porqué estoy tan perdida y cuándo me voy a centrar en estudiar este maldito idioma.
Ya estoy matriculada en la Escuela Oficial de Idiomas para hacer el examen de certificación de inglés en septiembre y un no hice mi planing de estudiar, tampoco encontré un máster en el que me quiera matricular. Algunos voluntarios están pensando en irse, y los que no parecen tener muy claro lo que va a ser de ellos en el futuro, y yo sigo sin cumplir ese propósito de año nuevo que me puse en 2017 de encontrar el camino que quiero seguir. De momento no sé a donde me va a llevar este pero tengo muy claro que quiero ver todo el recorrido.
El 17 tuve una visita muy guay! Marta, la voluntaria española que conocí en el training course de Budapest en Octubre vino a Kaposvár : ) en breve celebraremos su cumple, me prestó verla, está feliz y motivada.
Me encargan planear la fiesta de carnaval de la oficina que celebraremos en febrero, todo está listo, espero que los demás voluntarios colaboren cocinando algún postre típico de su país y que lo pasemos tan bien como en carnaval. Esta vez haremos alguna dinámica relacionada con teatro, es un tema que tengo muchas ganas de tocar porque creo que entre los voluntarios del equipo a hay mucho potencial en esa rama.
El finde del 20 Álvaro, Mert, Ettiene, Enrico y yo vamos dando un paseo hasta el lago Deseda, hace un día perfecto, soleado, despejado, el agua está en calma, el frio no nos impide comer en el merendero e imaginar cómo serán los veranos aquí, yo me visualizo leyendo en el prado, tomando el sol y pudiendo nadar en el lago. Pienso también en la posibilidad de comprar una bicicleta. Hay sitios muy chulos en los alrededores de la ciudad.

Tengo dos nuevas alumnas de español para el club de idiomas. Son madre e hija y tienen muy buenas vibraciones entre ellas. La madre es espontanea y despreocupada y la hija disciplinada. Cuando la una se ríe la otra suele resoplar. Al principio me pedían muchas normas de gramática de las que no estaba segura y iba un poco nerviosa a las clases. Ahora creo que ya han entendido que no soy profesora titulada de español y me exigen menos y lo pasamos mejor.
Nueva iniciativa! nos piden que programemos nuestro taller personal, después de varias vueltas al tema me decidí por adoptar el programa Tree Change Dolls, un taller de reformar muñecas de segunda mano, retirando todo el maquillaje y ropa súper sexualizada y convertirlas en personas naturales con las que las niñas de la siguiente generación puedan sentirse más identificadas sin recibir el estereotipo artificial y superficial que encontramos en muchos de los juguetes actuales. El taller será en varias sesiones, no solo se reformará físicamente a la muñeca, también coseremos ropa nueva y sobretodo hablaremos mucho de feminismo.
Del 25 al 29 me voy a Bélgica unos días, no importa dormir un par de noches en Budapest por el horario de los vuelos ni el transporte del aeropuerto a la ciudad, me siento como en casa, visito Gante y Brujas, pruebo el mejor gofre de mi vida, bebo cerveza de todos los colores, veo el Parlamento Europeo, como con Olaya y Jose en uno de esos edificios oficiales de la UE que tienen más controles para acceder que un aeropuerto. Hacía meses que no les veía, me siento feliz de verles felices. Me inspira lo claro que tienen sus planes de futuro y el perfecto balance que tienen entre lo ambicioso y lo realista.
Me sirve para reafirmar lo que lleva tiempo perfilándose como mi teoría sobre mis propias relaciones, cada vez toma más forma y pronto verá la luz como otro articulo de mi blog. En general no me arrepiento de haber ido, también a causa del horario de los vuelos tuve ocasión de pasear sola por la ciudad, de perderme y caminar y caminar y caminar. Las noches sola en Budapest las paso tomando mis demasiadas cañas gratis en el bar del hostal, leyendo La Tregua (una vez más Pablo dando en el clavo con sus recomendaciones).
Orgullosa de las noticias que llegan de mi familia, Lucía instalada en su nueva casa, mis padres al fin han hecho el deseado viaje a Londres, Ángel cada vez más trasto, más salvaje, un poco caprichoso.
Tres voluntarios deciden dejar Compass e irse a casa: Manon, Benjamin y Greta. Las aspiraciones de cada uno antes de venir no tienen nada que ver con las de los otros, eso es evidente. Todos sabíamos de los problemas de adaptación que algunos compañeros sufrían y decidimos hablarlo. Concluimos que había tres focos de incomodidad: el trabajo en la oficina, la convivencia en casa y la comunicación con la organización. Casi todo el equipo del proyecto Age of Hope nos reunimos fuera de la oficina para compartir nuestras emociones y pensamiento al respecto. Mi visión particular es que parte de esas diferentes expectativas de cada voluntario es consecuencia de la ambigüedad del proyecto para el que aplicamos. No obstante hay un desencanto general que se nota en el ambiente y que afecta a la convivencia en los pisos. También hay frustración y sensación de poca utilidad para la comunidad local, desde luego no todos nos hemos esforzado lo mismo en sentirnos realizados con nuestro trabajo. Hay un motivo común que dificulta la estancia aquí, y es la incesante llegada de grupos grandes de nuevos voluntarios para programas de corta duración, y que estos no tengan actividades suficientes para completar sus horas semanales, ni espacio en los pisos para estar a gusto.
La conclusión de nuestra reunión fue que quién tomaba la decisión de que llegaran tantos nuevos grupos era la presidencia del Compass, por tanto pedimos una reunión con la presidenta.
Objetivo: Entender el motivo de la llegada de grandes grupos de corta duración y que ella entendiera cómo afectaba eso al desempeño de nuestro trabajo y la convivencia en los pisos.
Resultado: ataques, no poder expresarnos, cuestionar nuestros motivos y cómo guinda de la reunión amenaza de cancelar el proyecto.

Medidas paliativas: Dividir los programas entre los coordinadores, ahora cada uno es responsable de cosas especificas, podemos tomar parte en el proceso de selección de a qué pisos irán los nuevos voluntarios, se pensara sobre la posibilidad de que podamos trabajar en casa algunas horas cuando la oficina esté muy llena, de pensar en actividades de team building para involucrar a los nuevos, hacer reuniones semanales con las coordinadoras, asignar a cada club de idiomas una mesa y lugar en la oficina y no poner más de dos/tres en cada sala.

martes, 6 de febrero de 2018

Kaposvár: Las juras de Santa Gadea

12:00 0 Comments
Dos semanitas más en Kaposvár, y llegamos al ecuador de nuestra estancia de diez meses en la ciudad de las flores. Cinco mesecitos ya, y mi conocimiento de húngaro sigue siendo un tanto deficiente. Menos mal que nadie me examina, aunque eso no quita para que sienta que debo trabajarlo más, que después de todo vivo entre húngaros.

El grupo de 14 turcos que llegó a primeros de diciembre se fue el martes pasado. Aunque no hemos tardado ni tres días en tener aquí un nuevo regimiento. Iban a ser 11, dos se dieron de baja antes de venir y otros dos desaparecieron menos de 24 horas después de llegar, literalmente. La tarde siguiente a su llegada su equipaje había desaparecido, al igual que ellos, sin dejar rastro. Veremos si nos enteramos del porqué.

Sara y yo despidiendo a Aylin, una de nuestras compañeras turcas

El caso es que con todos estos movimientos, los antiguos voluntarios que vamos a estar aquí hasta julio pensamos que era hora de hablar con la dirección de Compass y pedir explicaciones por tanto trasiego y muchedumbre en nuestra oficina, nuestras casas y nuestras vidas. Conseguimos reunirnos con Andi, Niki y Zsu, nuestra presidenta y coordinadoras, pero no conseguimos sacar nada en claro. Lo malo es que varios de mis compañeros han decidido partir al destierro voluntario, interrumpir sus proyectos y volver a sus países. Lo bueno, que entre los que nos quedamos nos sentimos más unidos.

De todas formas, y aunque es cierto que he tenido por ello una semanita un tanto regular y convulsa, no podía dejar escapar la ocasión de celebrar mi cumpleaños. Así que el lunes pasado nos reunimos en Creative Flat (a la postre, mi residencia de invierno en Kaposvár. Bueno, y de primavera, verano y otoño también) en petit comité para festejar tal acontecimiento.

En qué momento, oh, Álvaro, se te ocurrió que era buena idea preparar un risotto en presencia de un italiano. Enrico todavía me está recordando que se me quemó el arroz (en mi defensa diré que era la primera vez que lo cocinaba para tanta gente y mi brazo no daba para mover suficiente. De todas formas él fue el único que se dio cuenta). Pero la tarta de mojito salió muy rica y entre eso y todo el show con los regalos se salvó la velada. En cualquier caso, a ver si encuentro de una maldita vez el polviho azedo y puedo hacer algunos pãozinhos de queijo, que esos no me los discute nadie en 50Km a la redonda.

Manon Étienne, Yedigül, Daria, y el protagonista de la foto, Oliver, en el centro. Al bicho ese de la camiseta gris no lo conozco.

Étienne, Yedigül y yo, intentando encender la vela de la tarta de cumpleaños. Sí, la vela. Para disgusto de Enrico no iba a poner veinticuatro, que si no no acabamos nunca.

Y en esta yo intentando adivinar por tacto los regalos que me habían hecho. Idea de Manon, por supuesto. Franceses  ╮(╯∀╰)╭

El cumpleaños feliz, que no podía faltar

Además, el sábado pasado estuve en casa de Alíz, profesora de español, comiendo tortitas hasta reventar y jugando al Dixit con toda la familia (por supuesto perdí. Tramposas. Ya me tomaré la revancha con la Polilla Tramposa o el Risk. MUAJAJAJAJA). Lo gracioso de la jornada fue cuando, sentado sobre la alfombra, me traen el café, y pienso: “Álvaro: No derrames el café, sobre la alfombra”.

Siete segundos después estaba yendo a la cocina a por un trapo, para limpiarme el orgullo porque la alfombra ya la limpiaron las hijas de Alíz justo después de que mi mano decidiera que no, que esa tarde no tocaba hacer caso a mi cabeza. En cualquier caso nos reímos un rato a costa de mi torpeza y estuve practicando un poco el húngaro con la ocasión. Y este viernes, que voy a la casa de Szilvi (profesora de francés) con toda la francofonía, me sentaré en una silla. Por si acaso.

Sólo espero no andar demasiado tocado de salud, que entre el pasacalles de Carnaval del sábado, pasado por nieve, y la media maratón del domingo disfrazado de Elvis y gritando a voz en cuello Iso! Víz! Hajrá! (¡Bebida energética!, ¡agua!, y ¡vamos!, en cristiano) durante dos horas, voy a estar bebiendo agua con jengibre y leche con miel y limón por una semana.

Ya os contaré en el próximo post si me toca suspender la gira mundial debido a mis lesiones en las cuerdas bucales (digo vocales). Hasta entonces, besos y abrazos y collejas para todos.

Yedigül, Adam y yo durante el pasacalles de carnaval. A eso se le llama comerle la oreja a uno, ¿No creéis? Mi disfraz iba tapado por la chaqueta, lo siento.
Y aquí antes de empezar el pasacalles, Compass y asociados

Hace un par de días me terminé Sword Art Online, un anime que me recomendó mi hermano. Sé que suena estúpido, pero ahora que se terminó lo echo de menos y todos los días me pongo a escuchar la canción de cabecera (lo que los de mi generación llamamos opening), y me siento un poco vacío. Lo curioso es que me ha pasado con otros animes también antes. Pensando sobre el caso, he llegado a la conclusión de que es el mismo sentimiento que tenía de niño cuando me terminaba libros como Harry Potter o el Señor de los Anillos, y que fueron tan importantes para mí. Por aquél entonces, pensé que nunca iba a tener esas emociones de nuevo, y durante algunos años fue así. Y ahora descubro, con veinticuatro años recién cumplidos, que una serie animada me hace emocionarme igual que los libros de mi infancia. Que de bonitas sorpresas trae la vida, ¿cuál será la  siguiente?

jueves, 1 de febrero de 2018

Una nueva experiencia EVS. Long- term en Polonia

5:42 0 Comments

Me presento: me llamo Sahnun, tengo 18 años y actualmente soy voluntario europeo en Polonia.
Nací en Granada, una ciudad del sur de España, punto de encuentro de artistas, filósofos, científicos, médicos que posee una historia y cultura basada en un intercambio religioso entre las 3 grandes religiones: El Islam, El Cristianismo y el Judaísmo (cosa que se puede percibir visualmente a través de sus calles). Una ciudad que posee montañas nevadas y playas tropicales, donde poco se ve un paisaje gris y cuyas temperaturas con suerte llegan a 0 grados, pero que puede alcanzar fácilmente los 45 en verano.

Bueno... pues ahora me encuentro en Szczein, una ciudad al oeste de Polonia, cerca de la frontera con Alemania que posee un gran puerto marítimo, una gran universidad y varios museos y galerías. Sobre religión, la que ocupa el primer lugar sería la católica, seguidos de ortodoxos y testigos de Jehova. Si bien tuvo una grandísima comunidad de Judíos antes de la guerra, actualmente estos junto con los musulmanes son cifras anecdóticas. Las temperaturas que llega a alcanzar en invierno son de -3º a 24º en verano (con suerte, la temperatura media es unos 18º)



Aquí trabajo como monitor en la escuela Przedszkole Miejskie Mali Artyści con niños con edades comprendidas entre 3 a 6 años. Aquí he podido hacer actividades de todo tipo. Juegos españoles como el pañuelo, la gallinita ciega... Tambien hemos preparado con Polites muchas celebraciones como la del aniversario de 15 años o la de navidad y mucho mas.

Me han pasado cosas divertidas como que al ver a mi amigo Linus de Alemania, nos perdimos después de ir a una discoteca y tardamos unas 3 horas en llegar a casa 🤣.

Otro día que estuve con mi compañera de piso Hará tomándonos un café en starbucks y pasó un BMW por la carretera de enfrente con un personajillo en la parte de atrás vomitando por la ventana, él coche tenia vomito por todos lados.

He logrado ubicarme mejor en esta ciudad🤣, también conocer las diferentes culturas de otros países que no sabia. Aparte defenderme mas mal que bien en polaco. Tambien he aprendido diferentes platos de otros países que por cierto, están muy buenos😉, y por ultimo y no menos importante, he aprendido a tener mucha paciencia. ¿Por que? Mejor no preguntes😂


Me gustaría poder aprender a manejarme en la vida, hacia donde dirigirme después de mi proyecto.

He tenido que desenvolverme solo como he podido ante los problemas, y tratar de solucionar los problemas que me iban surgiendo y sobrevivir a las situaciones tensas que se me avecinaban.

Algo curioso que he aprendido... aquí NO HAY SOL, NO EXISTE 🤣