Follow Us

miércoles, 15 de noviembre de 2017

Continuamos para bingo

5:52 0 Comments
Martes, 15 de noviembre (Semana 10):

Hola de nuevo desde tierras magyar. Parece que fue hace nada cuando os estaba escribiendo el último post. Estoy intentando escribir las cosas en un cuaderno antes de pasarlo a alguno de los ordenadores que voy mendigando por la oficina o por casa.

Malo: Tengo que planear todo con antelación, así que tengo que estar siempre muy pendiente.
Bueno: Tengo que planear todo con antelación, así que mejoro mi organización sí o sí.

Como podéis ver, lo mismo que viene bien para unas cosas viene mal para otras. Lo que es seguro es que utilizo menos pantalla, y la verdad que a la larga se agradece.

Estas semanas me está tocando Kaposvar un día sí y otro también. Estoy con la agenda de un ministro entre las visitas a institutos y mis intercambios de idioma húngaro-español y francés-español.

A mis alumnos de instituto los tengo fritos. Desde que me he aprendido sus nombres ya no se pueden esconder de mí en el anonimato de la masa (muajajajaja), asi que a poco que se ponen  revoltosos les pregunto algo y se callan rápido, rápido. Y también aprenden y se divierten, que no soy un ogro (solo un poquito trasgo con un algo de troll y un mucho de elfo del Bosque Verde. Los frikis dominaremos el mundo).

Con los críos del hogar de madres nos dedicamos a jugar, así que con ellos me paso más tiempo corriendo y pegando gritos que otra cosa. La verdad que para un viernes por la tarde, me parece un plan fantástico J Los niños se divierten , y de paso olvidan por qué están allí.

De todas formas, a pesar de mi apretadísimo horario, el sábado Oliver y yo conseguimos escaparnos a Pécs, la ciudad de la que os hablaba hace algunas semanas. Fuimos con Etienne, y también Thomas y Caroline, las nuevas adquisiciones de la Bretaña francesa. Estuvimos haciendo un poco de senderismo hasta la torre de televisión de la ciudad, el edificio mas alto de Hungría.


Aquí Oliver y yo haciendo inspección “de visu” de una via ferroviaria que nos encontramos en nuestro ascenso. Traviesa de madera, ancho no normalizado, y fijación rígida de tipo escarpia. Escarpia, señores,que desfachatez.


Estrenando mis bastones de marcha nórdica. Sí, al final también caí en la moda.

Después por la tarde había quedado con Philip, el voluntario austríaco que conocí en mi Arrival Training en Budapest. Y por aquello de que era su cumpleaños me quedé con él a pasar la noche.


Cenando con Philip y otros amigos en Casa Manolo, versión húngara.


Y aquí la cenita que compartimos Oliver, Philip y yo. Y yo que me había propuesto adelgazar.

Al final terminamos a las 4:30 de la mañana (creo). Al salir de la discoteca ya me había convertido en la versión “The Walking Álvaro” de mí mismo; pero bueno, el cumpleaños de un amigo bien vale una noche de insomnio.


20 minutos para llenar (y no del todo) el colchoncito. Y para cuando llegamos a la noche, se había desinflado. Al final dormí en el suelo.

Y con la rutina, la bajada de las temperaturas, y el anochecer a las 16:30, se viene el tiempo de las reflexiones.

La primera reflexión es que cuando saque tiempo voy a hacer, como decían mis amigos brasileños, un marmitão de olleta alicantina o unas migas con huevo, chorizo y naranja que van a poner a cero la entropía del universo (ya tengo a media plantilla de Compass haciendo el “sit, plas, la patita” por mi vichysoisse). Y como encima pille una mesa camilla o chimenea y un buen libro o película, voy a estar hibernando hasta que España vuelva a ganar Eurovisión.

La segunda, menos apetitosa pero igualmente sugerente, es lo curioso del lenguaje no verbal. Todos los miércoles voy con Daria a clases de salsa y allí el inglés brilla por su ausencia, asi que en general aprendemos por imitación. De hecho a veces incluso aprendemos vocabulario nuevo. Lo que me llama la atención es como se pueden aprender conceptos complejos como un movimiento, un ritmo o incluso una broma, solo con gestos y un puñado de palabras. Lo de comunicarse es querer, no poder.
Con ese pensamiento cierro el post. Por ahora.

El momento que he querido recordar estos días es de hace un par de noches. Poco antes de acostarme, ya después de cenar, estaba sentado a la mesa del salón, estudiando húngaro creo. Manon ya se había acostado y Enrico me parece que estaba fuera, asi que solo quedábamos Murat y yo en activo. Y en esto que el muchacho, que aun tiene algunos problemas con el inglés, se acerca a mí y me da una mandarina, ya pelada, y me dice, “Para ti”.

Me quedé un tanto confuso por el gesto, le di las gracias, y me la comí pensando lo poco que cuestan los pequeños gestos y lo mucho que valen.

sábado, 11 de noviembre de 2017

MY FREETIME

14:45 0 Comments

Hace un par de días, ya desesperado por buscar un sitio dónde hacer deporte, decidí buscar más profundamente por internet. Después de un buen rato buscando encontré un parque cerca de casa a 1:30 hora y media andando, sí, se que es un poco lejos pero no importa, nos han dado unas bicis y podemos utilizarlas cuando queramos, ya que el transporte público es un poco malo ! y muy caro! , en fin este es mi sitio:


Este es mi preciado sitio, mi lugar para desahogarme, mi paraíso. Por fin gracias a la ayuda de GOOGLE MAPS encontré el sitio, a 6 km de casa voy cada día después de trabajar, cuando tengo un ratito, no quiero perder en físico que estoy comiendo mucho y al final del proyecto no quiero imaginar cuantos kg cogeré.

Bueno, si algún día alguien quiere venir a visitarme, que sepa que es obligatorio venir a conocer también mi "lugar".

Pd; también tiene para picnic.

MY WORK

14:24 0 Comments

 

Buenas noches a todos y a todas, he estado fuera de servicio un tiempo

por varios motivos, pero hoy estoy a full de nuevo. Hoy, quería hablaros sobre mi trabajo aquí, por ahora estoy trabajando en un jardín de infancia, y colaborando con una asociación de autoestima con mujeres, el nombre es Ren(ovar).

Al principio parece una locura un idioma diferente, con niños pequeños, aún entiendes menos, pero el poder de la comunicación es increíble, desde un gesto hasta un sonido, pueden significar mucho, aunque no hables el mismo idioma, ni te comprendan igual que una persona adulta, ellos se dan cuenta de lo que estas haciendo y se muestran muy agradecidos por ello. También por otra parte, es una gran oportunidad para aprender más de cerca el idioma, convivir con ellos día a día te da mucho que aprender en todos los sentidos, aprendes cosas totalmente diferentes y fuera de contexto sobre la imagen que tenías de ello.


Los compañeros de trabajo poco a poco se van convirtiendo más que en compañeros, son muy cercanos y nos tratan genial, me tratan como si fuera si hijo, también es que todas son mucho mayor que yo, de 35 para arriba. En resumen, creo que han acertado con mi proyecto, me siento muy confortado en mi área de trabajo, gracias a la gente que me rodea.


Pd: Believe in you